domingo, 5 de abril de 2009

Migliore, el arquero boxeador

Reproducimos el artículo publicado el jueves 2 de abril en el Diario Olé

"A River hay que voltearlo en el segundo round"
El arquero, aficionado al ring, se cambió los guantes y ya se puso en guardia para el clásico.
HERNANDO MADERNA hmaderna@ole.com.ar
“La última vez que me peleé fue cuando con Huracán perdimos la Promo contra Instituto. Nos pegó la Policía y yo cobré un palazo”, dijo.


Tira, tira. Una y otra vez. Un par de directos que se combinan con un potente y seco cross de derecha. En Box Evolution, un típico gimnasio barrial de Lomas del Mirador donde es habitué, su físico comienza a sudar y el guanteo de exhibición, al mejor estilo Las Vegas, lo deja ver como todo un boxeador profesional. De short negro y con los colores de Racing en su falda, Pablo Migliore le abre las puertas de su intimidad a Olé y comparte su otra pasión: el boxeo. Nacido en Ramos Mejía hace 27 años, acusa en la balanza 93 kilos y su 1,90 metro le brinda un gran alcance de brazos. "Si no fuese arquero, tranquilamente podría ser boxeador. Tiene la mano pesada y es picante", asegura Facundo Simal, su entrenador de apenas 23 años y boxeador profesional con récord favorable.

De todas maneras, el arquero de la Academia es consciente de que su hobby no es del todo compatible con su trabajo. Por eso, el guanteo habitual es cuidado y la integridad del Loco se preserva para el clásico de mañana ante River. Aunque él mismo reconozca que fuera del gimnasio sí tiene récord pugilístico. "Tengo más ganadas que perdidas, ja. Pero no me gusta pelear... Cuando te criás en el barrio sabés que no te tenés que dejar pasar por arriba. Nunca me dejé pegar", asegura, con mirada desafiante, el uno que jugará en el Cilindro su otro superclásico ante el Millonario.

-¿Cómo se te dio por empezar a boxear?

-Hace poco que arranqué. Me sirve para descargar toda la tensión que te genera el fútbol. Hay gente que juega al tenis, otra que va al psicólogo o toma un café con un amigo. Yo hago boxeo y me relaja.

-¿A qué boxeador creés que te parecés?

-Tengo las características del Roña Castro. Iba al frente como loco y era guapo. De afuera también podría ser Mike Tyson. Pero si hablamos de gustos, el que más me atrae es Omar Narváez. Siempre lo veo en la tele y es un ganador que no para de tener éxito.

¿Y si Racing fuese un boxeador?

-Sería Rocky Balboa. No paran de pegarle y siempre se pone de pie. Va para adelante porque no le queda otra y sale a flote. Pero ojo, que sea en Rocky IV porque ahí ya tenía la manija él, porque antes cobraba como un campeón, ja.

-La gente que no te conoce te ve como un tipo violento, ¿sos consciente de eso?

-(Risas). Sí, pero nada que ver. Uno mismo quizá pone una barrera para marcar distancia... Sé que doy una imagen de duro, pero por dentro no lo soy. Yo siento mucho las cosas. En el fútbol pasan muchas cosas malas y algunas buenas. Hay quienes se fortalecen y otros que se quiebran. Yo soy de los primeros.

-¿Sos un personaje?

-Y... es algo que vendo por lo que genera el folclore del fútbol. Yo soy así, hago una nota de boxeo y me parece bien. Ojo, no banco nada que tenga que ver con la violencia, apenas hago un personaje de duro.

-En el plantel te hacen muchas bromas...

-Es un gran grupo. Pepe (Chatruc) me pega en la espalda y se va corriendo. Nos matamos de risa. Pensar que el fue campeón acá, que tiene una gran trayectoria y siempre tiene una sonrisa. Es un fenómeno.

El reggaeton comienza a sonar de fondo mientras Migliore le sigue pegando a la bolsa. El gimnasio está convulsionado por tantos flashes y la zona de pesas queda desierta. Claro, la muchachada de Lomas del Mirador se junta alrededor de la bolsa y el arquero de Racing se hace gigante, lo mismo que promete hacer cuando se enfrente a los hinchas de River. "Si me quieren putear, que lo hagan muy fuerte. Los quiero escuchar y agrandarme. Me encanta", redobla la apuesta el ex Boca, que se vuelve a meter en la piel de un boxeador cuando amenaza a su rival en la rueda de prensa previa a la pelea: "A River hay que voltearlo en el segundo round".

-Es un partido más que especial para vos...

-Yo lo vivo diferente. Si ganamos, voy a festejar más que en los demás partidos. Va a ser duro y muy peleado en la mitad de cancha, pero si no nos equivocamos podemos sacar los tres puntos.

-¿Conocés a Fabbiani?

-Cristian es un fenómeno. Jugábamos juntos en Huracán antes de que lo dejaran libre y se fuera a Lanús. Es un jugador diferente, que sabe utilizar su físico y tiene un gran oficio para aguantar la pelota. Me pone contento verlo así, pero hay cosas que no entiendo. Se preocupan más por saber cuánto pesa que por cómo juega.

-Por cómo está la tabla, ¿firmás la Promoción?

-No, nunca. Lo que dijo Caruso el otro día, de que hoy la realidad marca eso, fue para motivar al equipo. Pero no la vamos a jugar.


Tiene espíritu de boxeador
FACUNDO SIMAL. entrenador de Migliore.

Primero comencé a entrenar al hermano de Pablo, que lo trajo poco después al gimnasio. El quería aprender boxeo y se tomó esto en serio, con responsabilidad y aplicación para ejecutar las rutinas que se le marcan. Por eso aprendió rápido y ya maneja varias cuestiones técnicas. Pablo tiene espíritu de boxeador, de los que son carismáticos y de los que venden con sólo mostrar su imagen. Una especie de Muhammad Ali o Sugar Ray Leonard. Pablo viene siempre y es una gran persona. Acá nos ayuda a todos como uno más, sin importar su nombre como arquero de equipos grandes. Pablo es consciente de su profesión y hace esto sin poner en riesgo su físico, como hobby. En el gimnasio, además, nos preocupamos en cuidarlo.

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